Pastoral Circle for learning-by-doing

El Círculo Pastoral tiene su origen en el método de revisión de vida ver, juzgar, actuar. Este método surgió en las propuestas pastorales de la juventud obrera francesa católica, en la primera parte del siglo pasado, para superar la ruptura entre la fe y la vida. El papa Juan XXIII explicitó su utilidad en la pastoral con la juventud, en su carta encíclica Mater et Magistra (1962) al hablar del apostolado de los laicos y el Concilio Vaticano II lo propone en su constitución pastoral Gaudium et Spes, señalando su particular utilidad en su mensaje a los jóvenes.  

En América Latina, este método ha marcado la acción renovadora y transformadora de la Iglesia. En Estados Unidos, ha sido utilizado en los procesos de todos los Encuentros Nacionales de Pastoral Hispana, aumentando dos pasos: celebración y evaluación.

El Equipo Pastoral del Instituto Fe y Vida, al reflexionar sobre este método frente a la realidad de la juventud latina en Estados Unidos, decidió empezar el Círculo con una reflexión sobre el ser. Esto permite a los jóvenes esclarecer o afirmar su identidad cultural en este país donde viven en ambientes pluriculturales, presentando ellos mismos un mestizaje entre su cultura de origen y las de este país, así como reconocerse y fortalecer su identidad religiosa, como cristianos católicos, antes de iniciar su análisis de la realidad que los rodea.

El Círculo Pastoral propuesto y utilizado por Fe y Vida en sus procesos pastorales y formativos, consiste en un proceso vivencial de seis pasos que pueden sintetizarse de la siguiente manera:

1. Inicia a partir del ser persona cristiana en una comunidad eclesial católica.
2. Realiza un análisis de la realidad personal y social, aprendiendo a ver como Jesús.
3. Examina dicha realidad, sea personal o de la sociedad, juzgándola críticamente desde la perspectiva del Evangelio.
4. Orienta la vida personal y pastoral, para actuar siempre con los valores del Reino de Dios.
5. Examina la jornada de vida cristiana y evalúa la acción pastoral.
6. Culmina con la celebración de la fe y la vida.

Este proceso de seis pasos sucede en una espiral continua, abarcando cada vez más aspectos o dimensiones de la vida, y poniendo atención a detalles importantes desde una espiritualidad cristiana. Al celebrar la vida y la fe, se fortalece el ser y se reinicia el Círculo Pastoral, cada vez con mayor profundidad y amplitud.

El Recurso No. 3, “El Círculo Pastoral: Una metodología de formación en la acción” lo presenta de manera detallada, aplicable a la Pastoral Juvenil. El ver siempre es subjetivo; nunca es neutral. Empezar el Círculo Pastoral con el ser cambia la hermenéutica, brindando a los jóvenes seguridad en su identidad cultural y religiosa, para ayudarles a ver la realidad interpretándola desde estas dos dimensiones clave de su vida.