• Dinamizar la parroquia con los dones y fortalezas de todos sus miembros mediante un liderazgo comprometido y complementario del clero y los laicos, incluso los adolescentes y jóvenes
• Capacitar a los líderes adultos y padres de familia para que den continuidad al proceso de madurez humana y cristiana de los adolescentes después del sacramento de la Confirmación.
• Integrar a los jóvenes en la vida y la misión de la parroquia, considerada como comunidad de comunidades.
• Fomentar una cultura de inclusividad en la diversidad con miras a un discipulado misionero de todos los católicos.
• Promover que los jóvenes sean levadura del Reino en su familia, la comunidad y la sociedad, transformándola con amor, justicia, alegría y paz.

• Fase 1: Preparar de los procesos y recursos para trabajar con las parroquias
• Fase 2: Implementar los procesos en parroquias selectas con el fin de aprender de la experiencia y poder hacer modificaciones para mejorarlos
• Fase 3: Realizar de una convocación nacional con delegados de las parroquias que implementaron el TCP para aprovechar su sabiduría colectiva y planear mejor la siguiente fase
• Fase 4: Ofrecer el primer simposio nacional de capacitación abierto al equipo de liderazgo en parroquias de todo el país

A partir del siguiente año, el programa de TCP será integrado al Sistema de Capacitación de Líderes de Fe y Vida, para la capacitación de parroquias que lo quieran implementar.